
Un paro para decir basta y avivar la esperanza
Es un paro para gritar y para recrear caminos que hay que abrir y allanar urgente. El hambre, la entrega de los recursos naturales y la soberania no esperan.
Pocho Brizuela.-
Un paro para enfrentarnos al anarco capitalismo que denigra al Estado y exalta el mercado, dominado a su antojo por el monopolio financiero internacional, que expolia al pueblo y que impone la regla del capitalismo feroz y salvaje: la maximización de la renta para unos pocos y la pobreza para las mayorias.
Un paro para desenmascarar, y, también enfrentar, desde una conciencia nacional y latinoaméricana, el nuevo estatuto del coloniaje, con el que, desde los centros de poder imperial quieren institucionalizar la nueva dependencia, despojándonos de todos los bienes comunes y recursos naturales de nuestros pueblos.
Un paro para confrontar con claridad democrática el decreto 70/23, que pretende legalizarce en la ley bases y el paquete fiscal, con media sanción de diputados, que pretende el gobierno libertario sancionarlo en senadores; representando no solo el voto opositor, sino la creciente y sostenida cantidad de ciudadanxs, enojadxs y decepcionadxs, por las consecuencias de la motosierra y la licuadora en la vida diaria, quitándonos el pan, el trabajo, la paz y lo básico para un proyecto de vida digno y humano.
Un Paro para defender el federalismo y la unión nacional del avasallamiento, el ninguneo y la disolución.
No podemos acordar con la crueldad, el saqueo y la deshumanización de la vida en nombre de una libertad sin alma, sin rostros, sin fraternidad.
Es obseno e insólito que legalicen incorporar nuevamente un impuesto a los trabajadores- cuarta categoria de ganancias-, y disminuyan el tributo de los más ricos, reduciéndoles bienes personales. Es el mundo al revés o la naturalización cruel de la desigualdad y la concentración escandalosa de la riqueza, sin el minimo sentido social y solidario.
Tambien esta ley es una ofensiva contra las conquistas de los trabajadores en la legislación del trabajo, inherentes a las condiciones justas en las relaciones laborales, es otro crimen que se quiere perpetrar, junto al golpe mortal a los y las argentinas que merecen jubilarse y dejarlxs abandonadxs en las cunetas marginales de la sociedad, sin ingresos, sin pan y sin asistencia social.
Con las facultades extraordinarias y articulos concretos de la ley, el gobierno, que considera al Estado una asociación mafiosa, podrá disolver, fusionar, desmantelar, como ya lo viene haciéndo, organismos públicos que cumplen servicios concretos al pueblo, protegiendo y promoviendo derechos, dejando en la calle a miles de trabajadorxs con la consecuencia trágicas para sus familias.
Como en otras épocas, con estos instrumentos, podrán volver a vender o concesionar a privados empresas que son patrimonio de la Argentina soberana y libre, que quieren hecha añicos.
Y por si esto fuera poco, el mentado RIGI - Regimen de Incentivo a las Grandes Inversiones-, para abrir las puertas al saqueo de nuestras riquezas, la destrucción de la producción, la industria y el trabajo nacional, el extractivismo desbocado, con privilegios impositivos que vaciaran las arcas del Estado para seguir esclavos del endeudamiento crónico, y que nos sigan impóniendo desde fuera un destino de pobreza y dependencia.
Frente a esta institucionalización nefasta y cruel, el desafio es hacer caminos como pueblo para recuperar la propia estima, la organización y la conciencia colectiva, de qué "o nos salvamos todos o no se salva nadie".
Estamos a tiempo, si no nos dormimos en los laureles del pasado ni en la desmoralización que producen las derrotas.
La Patria ultrajada es nuestro dolor y nuestra causa.