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25 de noviembre: Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer

Columna: Dra. Isabel Marta Salinas .-

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para reivindicar los derechos de las mujeres frente a todas las formas de violencia de género, a fin de visibilizar y erradicar todas las manifestaciones de dominación, desvalorización, desigualdad, inequidad y subordinación, corriendo el velo de las violencias que las oprimen.

El Día Internacional de lucha contra las violencias hacia las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex, maricas y no binaries, en el contexto del actual gobierno del anarquista libertario Javier Milei, -que niega la problemática de género-, la conmemoración tiene una significación especial porque en la gestión del mandatario nacional se han desfinanciado los principales proyectos que protegen a las mujeres y disidencias de las violencias por razones de género, como el Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad, las políticas y programas preventivos y de protección contra el flagelo y el Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI) y otras medidas contra las mujeres.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, considerando que son violaciones a los derechos humanos todas las violencias, daños físicos y los psicológicos, las amenazas o la prohibición de libertad, tanto en la vida pública como en la privada.. Y en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Declaración y Plataforma de Acción de Beijín), se llegó a la conclusión que la violencia contra la mujer es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres, que han conducido a la denominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo.

El concepto “femicidio”, -que es la forma más extrema de violencia contra la mujer-,  fue agregado a la 23ª edición del Diccionario de la RAE, que fue publicado en octubre del 2014. Antes no era nominada específicamente esta forma de crimen. Otra modificación importante en ese diccionario es la supresión de las acepciones sexistas de “femenino” como “débil, endeble” y de “masculino”, como “varonil, enérgico”; asimismo, el femenino y el masculino para todas las profesiones.

Según la ONU, si bien hoy hay más conocimiento sobre esta lucha, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una pandemia mundial, ya que una de cada tres mujeres, a nivel mundial, se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.

Tiene gran importancia en esta problemática el vasto y consolidado movimiento contra la violencia hacia la mujer “Ni Una Menos” que se instaló en la agenda pública nacional a partir del 3 de junio de 2015, tras la multitudinaria manifestación en la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, replicada en cientos de plazas de toda Argentina, como también en otras geografías de Latinoamérica y el exterior, cuando una multitud de voluntades, identidades y banderas, cohesionadas en la defensa de la vida de las mujeres crearon el “Ni Una Menos, Ni Una Muerta Más” que tiene como objetivo el comienzo de una acción consciente, colectiva, coherente y organizada para evitar estos delitos.

El horror de la realidad se refleja en las cifras, que no son números son personas asesinadas, cada caso es una vida cegada y una tragedia familiar. En nuestro país, este año, hasta el mes de octubre pasado, se ha reportado una muerte por causa de género  cada 31 horas. En Argentina, una de cada tres mujeres vive situaciones de abuso o acoso en las redes sociales, informa Amnistía Internacional.

Nuevas normas se dictan para prevenir, erradicar y sancionar los femicidios. Se sancionó la ley Nacional Nº 27.499 -Capacitación en género de los funcionarios de los tres (3) Poderes del Estado- en un acertado aporte para promover y consolidar una nueva cultura de igualdad y equidad para una sociedad libre de violencias machistas. En nuestra provincia se sancionó la ley Nº 10.174 con el mismo objetivo.-

El licenciado Andrés Montero Gómez, un reconocido psicólogo español Director del Instituto de Psicología de la Violencia,  afirma que la violencia de género es un crimen por convicción. El agresor aplica la violencia para mantener el comportamiento de la mujer dentro de  parámetros que responden, exclusivamente, a la voluntad del agresor. El femicida está convencido de su legitimación para utilizar la violencia, a fin que la mujer se comporte conforme a un orden determinado y acorde a sus convicciones. Los atacantes de mujeres no se diferencian de ninguno de los dictadores totalitarios en la historia mundial.

El asesinato de la mujer en situación de violencia de género, representa el fracaso del agresor para someterla. El agresor llega hasta el asesinato porque la mujer quiere ser libre. Más del 80% de estos crímenes se producen en el contexto de una ruptura de la pareja a instancias de una mujer, una esclava, que quiere romper sus ligaduras y reencontrarse con su identidad arrebatada. Por eso las matan.

Es una realidad que la sociedad, tal como la hemos construido, está sustentada en códigos de supremacía y dominancia masculina sobre la subordinación femenina. La desigualdad entre hombres y mujeres, con  preponderancia de lo masculino, ha sido la regla. A medida que el progreso ha ido avanzando, nos hemos ido liberando de discriminaciones y esclavitudes.-

El autor citado considera que es necesario provocar un cambio profundo, revolucionario, que sea transversal a todas las estructuras sociales, tan importante como las revoluciones que posibilitaron la construcción de los estados modernos. Así como la Revolución Francesa puso de manifiesto el fin de las esclavitudes de clase, la americana el fin de las esclavitudes de raza, ahora la Revolución Feminista debe lograr el fin de la esclavitud de género, pues los códigos sociales de supremacía masculina y subordinación femenina, continúan transmitiendo de generación a generación.

En 125 países hay leyes que consagran la igualdad de varones y mujeres, en otros 70 países no existe norma alguna al respecto. En nuestro país no hay un Registro Nacional sobre el tema de violencia de género, a diferencia de Colombia, Perú, España, Chile, Honduras, Uruguay, que son sólo algunos de los países que cuentan con estadísticas.

En el año 1981 se instituyó el 25 de noviembre como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer en homenaje a la memoria de las hermanas Patria, Mireya y Teresa Mirabal Reyes, torturadas, violadas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por los sicarios de Rafael Trujillo que sojuzgaba  a la República Dominicana. Esos tres femicidios conmovieron al mundo.

Ahora debemos asumir el compromiso social de generar las acciones y las políticas para erradicar las causas de la violencia de un sexo sobre el otro, eliminar las inequidades que quedan, para lograr las igualdades que faltan. El aporte de la culturización colectiva para concientizar sobre la necesidad de prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer y lograr una sociedad libre de violencias interpersonales, es un compromiso colectivo que nos involucra y compromete a todas las personas.

 Sumemos compromiso, vocación, trabajo y comprensión para aportar a la noble causa de la erradicación de la violencia de género, para el bien de todas y todos. Que así sea.-
 

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